Tegucigalpa fue fundada por los colonizadores españoles en un fresco paraje en el centro de Honduras, rodeada de montañas. El patrono de la ciudad fue el Arcángel San Miguel, su vigilante y protector.
En 1953, Tegucigalpa estaba sumamente poblada de pèch, tolupanes y tawahkas. Todos indígenas aguerridos, llamados xicaques, fueron la base de las grandes encomiendas, que tipificaron el surgimiento de las enormes haciendas ganaderas, así como de la explotación de las minas del sector.
En la actualidad existe un sin número de escritos que hablan del potencial minero que encontraron los primeros pobladores en aquella época. Hoy en día, de esta fuente de riqueza colonial, solo queda la historia plasmada en excavaciones, que desaparecieron con el paso de los años y la inclemencia del tiempo.
El poblado se presume según documentos históricos fue fundado el 29 de septiembre de 1578 por los hombres venidos de ultramar en el lugar conocido como Teguzgalpa y al que llamaron Real de las Minas de San Miguel de Tegucigalpa, la historia alude a los yacimientos de plata que se descubrieron
en los alrededores.
Cuenta la historia que los españoles tenían ansias de hallar riquezas y se encontraron en efecto con una ciudad rica en diferentes factores en el momento del hallazgo, ellos la conocieron como “Teguycegalpa”; el territorio localizado estaba escondido justo debajo del cerro de “El Picacho” donde
se asentaron aquellos hombres que olvidaron levantarel acta de fundación de la ciudad.
Por lo que fue hasta en 1977 que se declaro el 29 de septiembre de 1578 como fecha de fundación de la ciudad y desde esa fecha cada año los tegucigalpenses celebran con júbilo el aniversario de ciudad capital.
TEGUCUIGALPA cuenta con un sin numero de lugares vistosos y que durante el paso de la historia muchos de ellos se han perdido y solo viven en la memoria de quienes afortunadamente vivieron esos bellos tiempos en que la población era escasa, se respiraba un aire puro y el clima era formidable.
La fiesta patronal culminaba el 29 de septiembre con la procesión que salía al mercadito San Miguel, pasaba por el arbolito tomaba el rumbo de la avenida Cervantes hacia la Catedral para colocar nuevamente en el altar mayor al santo patrono de la capital. La imagen de San Miguel se trasladaba en una carroza y la procesión la encabezaban el cura párroco de Tegucigalpa.
Hoy se guarda muy poco de esa tradición, solo queda la procesión del día 29 pero en El Guanacaste desaparecieron la mayoría de los festejos y la feria patronal de los capitalinos solo queda en el
recuerdo de quienes vivimos y disfrutamos en los frescos días septembrinos consagrados al Arcángel San Miguel.
Extracto de La Historia de Tegucigalpa tomado de http://www.upnfm.edu.hn/bibliod/images/stories/Tesis/HISTORIA%20DE%20TEGUCIGALPA.pdf
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